Con el calor cada vez más intenso, se vuelve difícil pasar el día, ¿cuántas veces te pasó de transpirar hasta mientras ves televisión? Seguro te ilusionás con un aire acondicionado pero te preocupan los costos del equipo y la instalación. Por eso, te traemos una opción que puede ser la indicada para vos: el aire acondicionado portátil.
Un aire acondicionado debe cumplir dos funciones: refrigerar el interior y quitar el aire caliente hacia afuera. Un Split lo logra con dos unidades -una de ellas ubicada en el exterior-. Los equipos portátiles funcionan igual pero esas dos unidades están en un mismo aparato.
Para ser práctico y de fácil traslado, el aire acondicionado portátil reúne todo en un aparato del tamaño de una valija. En muchos lugares se lo conoce como aire tipo “pingüino” por su forma y tiene ruedas en la base para moverlo a gusto. Como todos los aires, existen los que solo enfrían y los frío/calor, útiles para todo el año.
Veamos algunas ventajas:
Estas ventajas son especialmente útiles en dos casos: si vivís en altura o si alquilás. Primero, el trabajo de instalación de la unidad exterior en pisos altos se considera trabajo de riesgo y es costoso. Segundo, si el departamento no es tuyo, no necesitás intervenir la vivienda y podrás llevarlo a tu próximo destino sin gastos extras.
Pero también tiene algunas desventajas al compararlos con Splits. En primer lugar, no suelen tener la misma potencia y son más eficientes generando calor que enfriando. Como el portátil tiene todo su mecanismo en un solo aparato, parte del calor generado circula dentro de la habitación. Esto también hace que sea un equipo algo ruidoso (los splits también lo son, pero queda del lado de afuera de la habitación). Igual, este tema ha ido mejorando con los equipos nuevos y cada vez más tecnológicos.
Ventajas | Desventajas |
Fácil instalación | Tiene menor eficiencia en modo frío que en modo calor |
Puede trasladarse de un lugar a otro | Útil sólo en espacios chicos y medianos |
Enfría pequeñas áreas sin gastar tanta energía | Ruidoso |
Útil en lugares donde no se puede instalar un split o aire central. |
Por último, hay quienes critican el espacio que ocupa o lo acusan de antiestético. Pero cuando hay calor, ¿realmente importa si no suma a la decoración?
El equipo portátil tiene en “el cuerpo” todo lo necesario para refrigerar el ambiente, ya sea calefacción o frío. Sólo se deben agregar algunos accesorios: un tubo de evacuación de aire caliente y un kit de ventilación.
¿Parece mucho trabajo? No te alarmes, te explicaremos el paso a paso con imágenes.
Habitualmente, los portátiles tienen un único ingreso de aire y sólo una parte será enfriada. La otra parte del aire sirve para condensar -y será expulsada al exterior-. En este proceso, se desperdicia aire fresco, que quizás termina saliendo fuera de la habitación.
Un punto para tener en cuenta en los aires portátiles, es que hay que encargarse del agua producida en la condensación. Hay un sistema de desagote incorporado y un recipiente que guarda esos líquidos por un tiempo. Como tiene una capacidad limitada, es necesario vaciarla periódicamente.
Por suerte, este equipo de aire no requiere una instalación como el Split. Apenas hay que ensamblar algunos elementos y elegir el lugar donde ubicar el aparato. Debe colocarse cerca de una salida exterior, como una ventana.
1) Necesitamos adherir el tubo de escape al aparato. En un extremo del tubo va un anillo a rosca que debe ensamblarse al equipo.
2) Hay que adherir luego el tubo flexible. La punta quedará libre, allí se ensambla un cono plástico similar a una aspiradora. Por allí se conducirá el aire caliente.
3) En la ventana, colocamos la rejilla de ventilación, que es como un “plancha” con un orificio. Allí se fija el tubo de escape. Así el conducto saca el aire caliente de la habitación e impide que ingrese aire del exterior sin refrigerar.
Como sugerencia, te recomendamos dejarlo a unos 50 centímetros de la ventana. Sin embargo, dejar el tubo demasiado largo también perjudica la eficiencia porque esparce el calor. Por precaución evitá pegarlo a cortinas, colchas o persianas.
En general, instalar un aire acondicionado portátil no requiere ningún conocimiento técnico. Y por su practicidad, puede trasladarse de una habitación a otra cuando sea necesario.
Si buscamos en Internet, las opiniones van de un extremo a otro. Para sacarnos las dudas le consultamos a un experto en refrigeración. Marcelo Acosta, técnico de la red Rapihogar en Mendoza, nos comentó puntos claves sobre el aire acondicionado portátil.
Marcelo reconoce que resulta un gran atractivo que el equipo se pueda mover por la casa y no necesite instalación. Sin embargo, advierte de algunos problemas habituales.
Los reclamos más comunes entre quienes eligieron los portátiles suelen ser que el aire acondicionado no tira agua, no enfría o hace demasiado ruido. Marcelo deja algunos consejos para que lo resuelvas.
Si ya googleaste recomendaciones para elegir el mejor equipo, seguro notaste que hay variedad de ofertas. Te contamos algunas opciones para que también puedas tener en cuenta los precios.
Primero, asegurate de que te están presupuestando un aire acondicionado portátil. Hay equipos que cumplen funciones parecidas y se ven igual a un “pingüino” pero no lo son. Es muy común confundirlos con los ventiladores evaporativos (o climatizador evaporativo). Éstos tienen un ventilador con un recipiente de agua que genera una brisa fresca. A diferencia de los otros, sólo tienen función frío y pueden ser usados en el exterior.
Ahora volvamos a los aires acondicionados portátiles y las marcas más comercializadas en Argentina. Las más económicas que se encuentran son West Westinghouse, Sigma o Philco, la única de fabricación nacional. Puede haber sorpresas y encuentres marcas menos conocidas como Sansei, con muy buen rendimiento. Un poco más arriba en precio, están Electrolux, Surrey, BGH y RCA.
¿Las diferencias? Para sorpresa de muchos prácticamente no hay diferencias. En todos los lugares consultados, los aires que ofrecen son frío/calor y tienen una potencia de entre 2500 y 3000 frigorías.
Si bien la elección del equipo ideal va a depender de tus necesidades y tu presupuesto, una guía de compras nunca está de más. Aún así, los precios de los locales electrodomésticos son muy parecidos. Actualmente, podés conseguir equipos en promoción a partir de los $12.000. Los más caros no superan los $20.000, salvo por algunas excepciones.
Si el lugar que querés refrigerar es pequeño, con cualquier aire acondicionado podrás resolverlo. Sino, asegurate de que el equipo sea de al menos 3000 frigorías.
Ahora veamos la diferencia con los aires acondicionados split. En este tipo de equipo hay mayor oferta y variedad en potencia y rendimiento. Los equipos con la misma cantidad de frigorías, útiles para espacios pequeños y medianos, tienen precios similares.
Pero necesitarás hacer la instalación con un técnico profesional e implica mayor desembolso de dinero. La instalación de un split de hasta 3000 frigorías ronda los $4300, incluyendo mano de obra e insumos. Esto se encarece si se trata de un trabajo en altura, porque se necesitan más herramientas y un seguro para el trabajador.
Muchos consultan si vale la pena o si será una pérdida de dinero adquirir un aire acondicionado. La ventaja frente a un split va a depender de tu situación. Vivir en altura o mudarse seguido son las razones más grandes para elegir un aire portátil. A lo mejor no es tu caso, pero parece una buena idea tener un equipo para trasladar por cada habitación mientras te vas moviendo. Si bien es atractivo, hay que tener en cuenta que no tiene la misma eficiencia para enfriar.
En cambio, si tu plan es acondicionar un espacio grande, donde pasás la mayor parte del tiempo, un split dará mejores resultados. Hay algunos a precios accesibles o se pueden aprovechar las ofertas. La inversión en el equipo y la instalación será mayor pero notarás la diferencia al instante.
Recordá que cualquiera de los equipos que elijas, necesitará limpieza y mantenimiento periódico para que una buena vida útil. No dejes pasar otro verano y convertí tu casa en un lugar más confortable ¡no te vas a arrepentir!